Es un género periodístico
cuyo objetivo es valorar y enjuiciar.
El
fascismo en América
Es indudable que América
latinas exista una vieja tradición de gobierno de sátrapas que han mantenido su
poder mediante toda clase de arbitrariedad.
Dictaduras unipersonales
impuestas por las soldadescas y por carisma o el maquiavelismo de un caudillo.
Regímenes sanguinarios sin otra ley que
la fuerza bruta, que han pisoteado a su antojo las constituciones y los
derechos más elementales del ciudadano.
Tiranizas de esta índole, en
sus variantes conservadoras o
ilustradas, duradera o efímera, marcaron el siglo XIX en la mayoría de las
naciones latinoamericanas. Si bien en algunos países han ido desapareciendo
bajo el empuje del progreso, de un creciente desarrollo capitalista y de las
ideas liberales y democráticas, en otros, todavía a principios del siglo XIX,
constituían la forma mas eficaz de defensa del caduco ordenamiento
sociopolítico y de los intereses de una oligarquía agroexportadora esclerosada
y parasitaria, incapaz de dar el paso histórico hacia la condición burguesa
dependiente.
Asimismo, mantenían en la más
profunda miseria y desesperación a la masa del pueblo, carente de tierras y sin
posibilidad de acceder a un empleo industrial debido al raquitismo de la
industria. Una sociedad disgregada sin resortes en la cual la crisis en la cual la crisis del 29 tuvo un impacto
particularmente devastador que hundió en una mísera mayor a la población y
proletarizo a amplios sectores medios y campesinos sin ofrecerles un trabajo
efectivo. Mientras tanto la expansión del imperialismo hacia otros países
menores situados en mediterráneo de América, es decir, en el golfo de México,
comenzaba a reorganizar el espacio nacional y de geografía económica de los mismos.
Esta expansión, tomando la forma de la diplomacia del dólar o del
intervencionismo militar, conllevo la constitución de modernos enclaves
agrícolas destinados a promover la economía de plantación, según los
requerimientos de la nueva división internacional del trabajo impuesta por el
mercado capitalista mundial.
Las fuerzas de dominación
del imperialismo no solo actuaron en el orden económico y financiero mediante
inversiones, prestamos y dominio del comercio exterior si no también, y
principalmente, sobre el aspecto del estado, a atreves de presiones
diplomáticas directas o mediante las instituciones panamericanas y de
asistencia militar, que incluía la entrega de armamentos modernos. Tales
métodos, a partir de la política de Nuevo Tratado de Presidente Roosevelt,
tuvieron tantos efectos o más que los medios coactivos del Gran Garrote.
Fue así como se dio la
alianza y la coincidencia de intereses entre el aparato de poder interno y el
de dominación externa, entre la oligarquía y el imperialismo. Las fuerzas de
poder local se pusieron al servicio de las foráneas y empezaron a sacar provecho
de los sofisticados medios de supeditación ideológica, control
político, represión militar y policiaca que, para reforzar su dominio, los
estados unidos habían puesto a la disposición de aquellos.
Todos estos gobiernos, con
diferencia de matices, han reunido características que los sitúan en la
categoría de fascismo primario que intentamos dibujar; entre estas cabe
destacar.
11.-La crisis interna de la sociedad y del
sistema sociopolítico imperante que hace necesaria la imposición hegemónica de
de una fracción de las clases dominantes, la que, para mantener el orden
caduco, se aferra al poder mediante violencia.
22.- La penetración y el dominio omnímodo del
capitalismo monopolista de estado logrado a través de la embajada yanqui, de
los consorcios de altas finanzas y de las esferas empresariales, que se fincan
sólidamente en los dinámicos sectores de la banca, las plantaciones y los ferrocarriles.
33.- La emergencia de una nueva élite gobernante
en la que resulta sumamente activa la participación de elementos procedentes de
los sectores medios (militares, principalmente, y civiles) quienes por una
parte, quieren sustituir a la vieja oligarquía y desempeñar sus funciones de
poder y, por otra ejercitan con el máximo rigor elitista, unidos a veces con
acentos populistas, la función de opresores de las masa populares.
44.-El uso sistemático del terror como
instrumento de poder; terror ejercido mediante arrestos arbitrarios torturas y
asesinatos realizados por Guardias Nacionales, equipadas con los más avanzados
instrumentos represivos empleados por el ejército y la política norteamericana.
55.- El total conocimiento de los preceptos
constitucionales que norman el funcionamiento de las instituciones y de las
leyes que garantizan los derechos y libertades ciudadanos; la exclusión del
gruesos de la población de toda iniciativa, inclusive del ejercicio de la
oposición.
66.-El poder ilimitado de Señor Presidente que
subordina a su voluntad unipersonal los poderes legislativos y judicial, a si
como al aparato del estado en su totalidad.
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